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martes, 19 de agosto de 2014

Elogio de la locura- Erasmo de Rotterdam



En el año 1509, los ingleses se sienten muy satisfechos porque un monarca ingenioso e ilustrado, Enrique VIII, es ascendido al trono. Todavía el joven Enrique no ha descubierto lo divertido que es andar cambiando de esposa y los ingleses desconocen lo azarosa que les resultará la pasión amorosa del rey, coleccionando y repudiando mujeres.
Uno de aquellos felices ingleses era lord Mountjoy, quien anima a Erasmo a que regrese a Inglaterra y decore así con su presencia la cultura inglesa. Naturalmente, otro feliz inglés, Warhan, se apresura indicarle a Erasmo la seguridad de un beneficio, que ya era sabido, lo compatible que era el ideal erásmico con la economía particular. Y aún otro inglés feliz, Que todavía tardará en ser decapitado por su rey, Tomás Moro, se ofrecerá como anfitrión para alojar a Erasmo en su mansión londinense de Bucklersbury.

Paralelismo de Bosco con Elogio a la locura

En julio de 1509, Erasmo abandonará Italia, olvidado un tanto de la afección renal que le había aquejado en Venecia, y se dirige a Inglaterra atravesando los Alpes a lomos de caballería. En la plenitud de sus años, Erasmo llega feliz a Inglaterra y, junto a su satisfacción del encuentro con la sabiduría italiana, porta la idea del Encomio de la moría (Que titulará en griego) o Elogio de la locura. Posiblemente algún paisaje, alguna figura, acerca de la ironía de Erasmo a la “Nave de los Locos”, de Hieronymus Bosch, el Bosco. El Bosco es, efectivamente, una excelente referencia para sintetizar un gusto por lo extraño o lo extravagante en la época, y que explica en parte, el éxito de las siete ediciones de la obra de Erasmo en los primeros meses de su aparición. Pero lo que interesa enunciar es el común cerebralismo, a veces de frialdad deshumanizada, que une tanto al Bosco con este Elogio a la locura.

Elogio a la locura, criticado en Italia

Queda apuntado rápidamente este cerebralismo porque Elogio a la locura fue escrito en muy breve tiempo, en casa de Moro. y esa rapidez de escritura induce a pensar en una espontaneidad reñida con el cerebralismo. Máxime, cuando el propio Erasmo, en el Praéfatio que endereza a Moro a guisa de prólogo, nos dice que pensó el Elogio por divertirse y sugerido, temáticamente, por la similitud del juego de palabras de Moro (Mori un personaje que recordaba), y a Moría (locura). Cuando el texto llega a Italia, no es bien recibido, Martin Dorp dirige a Erasmo una carta de desaprobación por considerar la obra impropia de un teólogo y un jurisconsulto amigo de papas, reyes y cardenales. Y le propone que remedie este Elogio escribiendo otro de la sabiduría.


 

 

De que trata la obra “Elogio a la locura”

La obra parece extraña y extravagante dentro de la obra total de Erasmo, es un texto plenamente erasmista ya desde los autores, como Demócrito y Luciano, que va citando Erasmo en su prefacio. Son autores y obras asimilados de atrás, por su ironía y su sátira, y que, como las abundantes citas que salpicarán el texto, pertenecen al mundo cerebral de Erasmo, a su inteligente meditación del uso de la ironía que, frecuentemente, busca la exteriorización del ingenio, como si quisiera demostrar que el ingenio no era, ni mucho menos, patrimonio de toscanos y españoles. En este orden, en la respuesta de Erasmo a Dorp, aquél tenía toda la razón cuando señalaba haber tratado en el Elogio el mismo tema que en los Coloquios, la Institutio Principes Chistiani o las publicaciones relativas al Nuevo Testamento.
En lo que en el Elogio podía ser extraño o extravagante podemos encontrar parte de la gran fortuna lectora que tuvo, a cuyo atractivo hay que sumar su brevedad respecto a otras obras de Erasmo. Bajo su ironía, contiene al constante Erasmo crítico, al amante del alarde de las citas, y del sistema descubierto en Luciano de Samosata.
Al entrar en el discurso de La locura, la prosa adquiere un cierto tono jocoso, que no impide ver en ella un tenue sectarismo religioso, acrecentado como sátira cuando se detiene en personajes y costumbres de la época. “Es conocido por todos, el hombre poco modesto y nada pío en censurar vidas ajenas” que señalo el Padre Sigüenza.
El Elogio a la locura del humanista holandés es una sátira ingeniosa de todas las profesiones, si bien se detiene particularmente en la crítica de los frailes mendicantes. Y este tema, tan generalmente considerado problemático, fue una de las causas de la ruptura con la Iglesia. Las ediciones se sucedieron en poco tiempo y por esta obra se cimenta en buena parte la fama posterior de Erasmo.

Oscar Wilde: "El retrato de Dorian Gray"



Todavía Oscar Wilde no había alcanzado el resonante éxito de su primer estreno teatral, El abanico de Lady Windermere, cuando su única novela, “El retrato de Dorian Grey -1891”, fue publicada en forma de libro. Contenía añadidos y modificaciones sustanciales con respecto a los trece capítulos originarios que la revista Lp-pincott’s Monthly Magazine había dado a conocer mensualmente desde junio de 1890, o sea, con un año y dos meses de antelación.

Antecedentes de “El retrato de Dorian Grey”

Hubo en la vida de Wilde una anécdota o episodio similar a la que es motor del libro. Según Hesketh Pearson, que escribo el libro “La vida sobre Oscar Wilde” en 1946, el poeta solía visitar al pintor Basil Ward en su estudio y según sus propias palabras “Uno de cuyos modelos era un joven de excepcional belleza…” Cuando el retrato estuvo terminado y el muchacho se fue, a Wilde se le ocurrió decir que era una verdadera lástima que criatura tan gloriosa tuviera que envejecer. El artista le contesto “Sería maravilloso si pudiera conservase tal y como es mientras que el retrato envejeciera y se marchitara en su lugar”.

La trama del libro

La trama de la historia desarrolla precisamente este imposible. Fue un escándalo: cinco años más tarde, durante el proceso que se siguió a su autor, pasajes enteros de la obra se leerían delante del jurado, como si se tratara de un panfleto de incitación a la homosexualidad.
Desde el primer momento Wilde apeló en vano al efecto moralizante que se desprende del conjunto de su obra. Mientras la belleza y juventud de Dorian Gray permanece inmutables, su retrato, escondido celosamente, registra la decadencia, la crueldad, la huella de los años y los crímenes. Gray se vuelca a los placeres sin límites, al desenfreno moral, hasta que la solo existencia del cuadro se le hace insoportable y decide lo: “Mataría el pasado y cuando hubiera muerto, sería libre. Mataría a aquella monstruosidad viva, y sin sus horribles advertencias, recobraría el sosiego…” Pero al destruir el retrato, la imagen recobró su belleza mientras que el que fuera modelo se transformó en un cuerpo irreconocible, lleno de arrugas y de aspecto repugnante.

Pensamiento de Wilde a las criticas

En una ocasión y en contestación a muchas críticas que recibía, Wilde escribió a un periódico: “Si una obra es enriquecedora vital y completa, los que tienen instinto artístico verán en ella su belleza y los que se sientan atraídos más poderosamente por la ética que por la estética, sacaran su lección moral. Llenará de terror al cobarde y al deshonesto verá en ella su propia vergüenza. Será para cada hombre lo que él es en sí. Es el espectador y no la vida lo que el arte verdaderamente refleja.”
En la versión definitiva de la novela, Wilde insertó, a modo de prólogo, una serie de aforismos que constituyen un compendio de sus ideas estéticas: “El artista es el creador de cosas bellas…Un libro no es, en modo alguno, moral o inmoral. Los libros están bien o mal escritos. Eso es todo…Todo arte es completamente inútil.”
Wilde arrinconando la plausible, recurre a lo maravilloso que elude cualquier explicación racional. En una cita del libro dice “Una sensación de pena le sobrecogió al pensar en la profanación que sufría su belleza faz pintada en el lienzo.”
En fin, una obra maestra cuyas proyecciones en el campo de la mitología y de la psicología son tan profundas como seguramente era el alma de su creador. El sueño de la inmortalidad, el desafía fáustico del arte, tienen en “El retrato de Dorian Grey” a uno de los mejores ejemplos, a una aventura que llega, como ansia de pervivencia, a los tiempos actuales con la misma intocabilidad que los antiguos mitos y leyendas en los que impera la poesía.
En rigor, Wilde supo crear, a finales del siglo XIX, una versión desgarrada, infernal y escindida por la modernidad, del mito de Narciso.

Un viaje al archipiélago de las Galápagos



Aves marinas que volaron a las islas desde la tierra firme, mamíferos marinos que se dejaron llevar por las corrientes de aguas, y los reptiles transportados por casualidad entre vegetación a la deriva, colonizaron a lo largo de millares de años estas islas baldías y fueron adaptándose paulatinamente a las condiciones reinantes con el fin de sobrevivir.

Charles Darwin

Sobre las escabrosas rocas de la isla desértica, reptan bajo un sol asfixiante del ecuador iguanas primitivas, que en palabras de Darwin las llamo, “duendes de la oscuridad, sucias y negras de color y torpes en sus movimientos”, fue cuando pisó por primera vez la isla de San Cristóbal en 1835. El juicio destructivo que hizo sobre este archipiélago formado por diecinueve islas fue; “No puede haber nada menos incitante”. Sin embargo, con el tiempo Darwin empezó a experimentar un cambio de pensamiento, vio la gran variedad de especies inusuales que habitaban en las islas. De modo que del poco interés y atractivo en principio paso a ser un gran estimulo para la teoría de la evolución que el investigador haría dos décadas después. Su conocimiento sobre el mundo animal y como se adapta al ambiente, trastoco todas las teorías vigentes de la época.
El “Laboratorio de la evolución” del Pacífico, se extiende sobre una superficie de ocho mil Km2. Los primeros islotes surgieron hace entre tres y cinco millones de años, formados por lava basáltica liberada por erupciones subacuáticas.

Archipiélago entre bancos de niebla

Presumiblemente los incas ya conocían el archipiélago, aun cuando el descubrimiento oficial del mismo sea reivindicado por el obispo de Panamá, fray Tomás de Berlanga. En 1535 llegó al grupo de islas que bautizó con el nombre de Las Encantadas, por los densos bancos de niebla que apenas le permitían unos metros de visibilidad. Observó la existencia de pájaros bobos que apenas saben volar y de tortugas gigantescas sobre las que podía cabalgar un hombre; este último animal es el que le dio nombre al archipiélago.

Peligros procedentes del hombre

La progresiva colonización de las islas, en las que pueden detectarse seis zonas de vegetación, había alterado sensiblemente el equilibrio ecológico, por lo que en 1959 el Gobierno ecuatoriano comenzó a transformar el archipiélago entero en parque nacional. Los animales salvajes de Galápagos, que se habían vuelto confiados por la ausencia de enemigos naturales, sufrieron las consecuencias de la introducción de animales domésticos que después se asilvestraron: cabras, cerdos y perros. A mediados de los 80, Ecuador decidió ampliar la reserva para conservar también los tesoros naturales del mar. Un programa educativo de la Fundación Charles Darwin tiene por objetivo fortalecer la conciencia de protección de la naturaleza.
En la actualidad, en las islas de este archipiélago, en parte desérticas, en parte cubiertas de colinas con prolija vegetación y explotadas agrícolamente a partir de los 500 m de altitud, los científicos han contabilizado 60 especies de aves y 875 de plantas, de las cuales 228 son endémicas. Las únicas aves marinas incapaces de alzar el vuelo son el pingüino de las Galápagos y el cormorán no volador.

Tortugas gigantes amenazadas

Bajo la superficie de las aguas, puede observarse una sorprendente variedad de especies: junto a los bien alimentados tiburones, las ballenas, los delfines y las esquivas rayas. En algunas costas hay grandes colonias de osos y leones marinos, a cuyos retoños raramente les disgusta un tête à tête con los bañistas. En el caso de los agresivos machos que vigilan sus dominios, es adecuado guardar una prudente distancia.
Mucho menos halagüeño es el futuro de la tortuga gigante de las Galápagos, de la que existen catorce subespecies. En tanto que los animales que habitan en regiones secas presentan la parte anterior de su caparazón curvada hacía arriba, como una silla de montar, para poder alcanzar los cactus y las hojas cuando estiran el cuello, las tortugas que habitan en las islas de exuberante vegetación tienen el caparazón redondo y poco arqueado. El siglo pasado, los equipos de los bancos balleneros y de los cazadores de focas, prácticamente exterminaron las poblaciones, antaño enormes, de estos perezosos gigantes.

Como saber si una persona miente





Los detectores de mentiras, como los teléfonos con diferentes luces, no prueban científicamente que funcionen. La teoría es que las personas que se presentan para hacerse estas pruebas, están excitadas físicamente cuando mienten, y esa alteración provoca el cambio de luces.
Lo mejor es fijarse en unas pautas de comportamiento.
  1. No responder de una forma directa a una pregunta directa. En una conversación, a medida que vamos acercándonos al núcleo del tema, la vaguedad aumenta. Las respuestas siempre deben ser directas, sin ambigüedades.
  2. Las mentiras a veces son más complicadas que la verdad. Han dicho una mentira y la rodean de detalles superfluos. Saben que a las personas les gustan las historias y aunque lo hacen de manera vaga, no escatiman detalles. Se esfuerzan demasiado para que los demás les crean.
  3. Solo un mentiroso jura que está diciendo la verdad. Una persona que dice la verdad no tiene ningún motivo para creer que lo que cuenta es motivo de duda o que no le van a creer.
  4. Los mentirosos son capaces de mirarnos a los ojos. Es un error muy difundido, un mentiroso puede aprender a mirar directamente a los ojos para predisponer al contrario perfectamente. Pero atención, debe ser una persona que lo haya estudiado muy bien, porque estudios sobre este tema reflejan, como dice el refrán, que “La cara es el espejo del alma”. Existen una relación entre nuestras pupilas y nuestro cerebro, según las conclusiones del Psicólogo Eckhard Hess.
  5. Los mentirosos por lo general se benefician de sus mentiras. Si alguien puede salir beneficiado con nuestra confianza, debemos poner un punto de atención. ¿Qué sentido tendría que alguien mintiera si no obtiene algún beneficio?
  6. Si algo suena demasiado bueno para ser verdad, lo es. Las personas que utilizan la adulación, con frases muy sutiles para haceros creer lo que ellos quieren, ¡cuidado! Dejad entrad la luz y que todo sea muy claro. Estas situaciones se pueden dar por ejemplo en una entrevista de trabajo, donde a través de palabras clave como: "Mucho dinero, Ud. tiene iniciativa, es una persona muy capacitada, etc", van llevando a la víctima con sus halagos a lo que ellos quieren. Siempre hay que recordar, datos claros y menos palabras.
  7. La mayoría de mentirosos son reincidentes. Han engañado una vez y han salido victoriosos, se creen mejores que los demás, esto es un aliciente que deben volver a probar, y lo hacen.
 

Mentirosos compulsivos

Las causas de este tipo de mentiroso pueden ser muy diversas. Estas personas mienten por mentir, como un adicto, no sacan beneficio, no quieren engañar, mienten sin saber porque mienten. No se ven a sí mismas como mentirosas, creen que dicen alguna mentirijilla, que todos las decimos para convivir, nada importante.
No son conscientes de su enfermedad. Decía el poeta inglés Alexandre Pope. “El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la primera”.
Es un hábito en la vida de la persona, generalmente se relaciona con personalidades inflexibles y de conductas rígidas. Suele empezar en la niñez. Una forma de prevenir que surja esta patología en el ser adulto es no reñir al niño porque miente, muchos de los niños lo hacen porque están formando su imaginación, su visión del mundo y confunden fantasía y realidad. Hablarlo sí, pero no reñir.
En un estudio en la Universidad de California del Sur, hallaron que el cerebro de los mentirosos compulsivos posee una estructura cerebral diferente de los que dicen la verdad, en el lóbulo frontal tienen más sustancia blanca que materia gris.
Qué hacer con una persona mentirosa
Una persona que miente, entre otras cosas, lo hace para crear una imagen de sí misma que no es real. No se acepta, por eso relata viajes que no ha hecho, conoce a personas que no ha visto nunca, etc.
Quiere impresionar. En el fondo posee una baja autoestima y sus mentiras aumentan porque tampoco producen el efecto deseado.
Ser naturales es el mejor camino para ser aceptados por los demás. Debemos ser críticos con nosotros mismos en nuestros aciertos y errores, si lo hacemos no veremos una amenaza a los comentarios no favorables de nuestros amigos y familiares y tendrán más valor sus alabanzas. Ser una persona de principios y valorada por ello, es el camino más apropiado.

 


Qué de verdad hay en la Cruz



Si miramos y analizamos, cuadros, esculturas y pinturas en la pared de nuestros antepasados, la cruz está representada en muchas de sus obras. Si se lee la Biblia, también observamos que la cruz figura en muchos pasajes, sobre todo en lo referente a muerte y resurrección de Cristo; dijo Simón “Los soldados le obligaron a cargar la cruz de Jesús” San Marcos 15:21. El término cruz traducido del griego staurós, pero ¿tiene una traducción sólida que refleja exactamente el sentido de la palabra original?

¿Era realmente una cruz?

Según William E. Vine, el término staurósdenota primariamente, un palo o estaca derecha. Se clavaba en ellas a los malhechores para ejecutarlos”. De igual modo, el libro “La muerte del Mesías” de Raymond E. Brown, hace esta precisión: “El término cruz condiciona nuestro concepto de ella, porque proporciona una idea de dos líneas que se cortan. Pero ni la voz griega staurós ni la latina crux, tienen necesariamente ese significado, ambas se refieren a una estaca o poste al que una persona podía ser fijada de varios modos: empalándola, colgándola, clavándola o atándola”. Hay más autores que afirman que la traducción no es correcta y que en realidad el significado primario de staurós es “poste”.
Hay que destacar que en la Biblia utilizan otro sinónimo griego para referirse al instrumento donde fue ejecuta Jesús: xýlon. En una nota incorporada a la obra “Historia universal de la Iglesia Católica”, de René F. Rohrbacher, se explica que tanto el término como su equivalente hebreo “no significa propiamente lo que nosotros entendemos por una cruz, sino un simple madero” La biblia traducida por Reina Valera de 1960 en Hechos 5-30 dice: “El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero (xýlon)”.

Origen de la cruz

El símbolo de la cruz no es únicamente de los seguidores de las religiones cristianas, sino que muchas civilizaciones antiguas la tenían incorporada en sus ceremonias y que no tienen nada que ver con la cristiandad. Por ejemplo en los jeroglíficos egipcios, las divinidades apararen con una cruz en forma de -T- y en la parte superior en forma de asa, por lo que se le denomina, “cruz ansada” simboliza la vida.
La Gran enciclopedia Larousse incluye este comentario sobre la cruz: “Una de las formas más primitivas es la cruz gamada, con cuatro brazos en forma de la letra gamma mayúscula”. El signo era utilizado en la india por los hindúes y en toda Asia por los budistas, y aún aparece en regiones de la India en muchas decoraciones y adornos.
Nadie sabe con exactitud cuando se integró la cruz a las creencias cristianas, según el diccionario Vine señala: “A mediados del siglo 3 d.C., las iglesias se habían apartado de ciertas doctrinas de la fe cristiana o las habían pervertido. Con el fin de aumentar el prestigio del sistema eclesiástico apóstata, se recibió a los paganos en las iglesias aparte de la regeneración de la fe, y se les permitió mantener gran parte de sus signos y símbolos. De ahí que se adoptara (…) la cruz
Historiadores apuntan a un suceso que le sucedió a Constantino en el año 312 de nuestra era. Éste adoraba al sol, afirmó haber tenido una visión en una de sus campañas militares en la que contemplo una cruz encima del astro rey, junto a las palabras en latín In Hoc Vince que quiere decir “Con esto vence” Constantino se hizo cristiano, aunque no recibió el bautismo hasta veinticinco años después. La historia cuenta que sus motivos más que de fe, eran políticos, a fin de contentar a todos sus súbditos.
Desde entonces se han utilizado cruces de todos tipos: La cruz de San Andrés en forma de X, la cruz de San Antonio, en forma de T mayúscula derivada de un símbolo babilonio que llamaban “Tamuz

Que creían los primeros cristianos

Ningún historiador, ni investigador ha encontrado pruebas sólidas de que los primeros cristianos usaran la cruz.
En ningún versículo, pasaje, nota de la Biblia nos dice o invita a adorar a la cruz, al contrario, hace hincapié a que no debemos adorar a ninguna imagen puesto que dios se encuentra en todas las cosas.

Júpiter: El señor del Olimpo



Los antiguos babilonios llamaban Nibir al más importante de los vagabundos del cielo, una de aquellas cinco estrellas que noche tras noche, se obstinaba en seguir su propio curso, ignorando a los demás astros que brillaban fijos en la bóveda del firmamento.
Nibir era también el cuerpo celeste más luminoso en la medianoche a excepción, claro está, de la Luna. Tan sólo Venus, en ocasiones, lo superaba, pero solo era visible a la puesta del sol o al amanecer. Nibir, según la época del año, recorría de extremo a extremo todo el firmamento, pudiéndose ver a cualquier hora de la noche.

Nibir viajante y controlador del zodiaco

Hay algo mágico en su lento avance a través de las estrellas, visitando una de las doce constelaciones del zodiaco, exactamente su viaje consiste en estar un año en cada una. Es como si estuviera pasando revista a aquella pequeña franja de figuras estelares que, según los astrólogos, rigen el destino de los hombres.
Hoy conocemos a Nibir por su denominación latina: Júpiter, el dios de la luz y de los fenómenos celestes, el gran protector del Estado, el mejor y el más poderoso de todos los dioses: el Señor del Olimpo.
Júpiter era hijo de Saturno y Rea. Roma lo colmó de diferentes atributos; Dios del trueno y del rayo que impedía el triunfo de los ejércitos enemigos. Dios de los trofeos, al que estaba consagrado el gran templo del Capitolio en Roma, al que adoraban junto a Juno y Minerva. Las fiestas en su honor eran constantes, con juegos y torneos a su nombre.

Sacrificios a Júpiter

Los sacrificios tenían un significado especial cuando eran ofrecidos por cónsules recién elegidos, que iban a ocupar sus cargos, por los triunfadores o por los emperadores que acababan de ser nombrados, y en cualquier circunstancia especial y solemne. Se consideraba como un acto de lealtad a Roma el erigir capitolios en las provincias y en los límites del imperio existía una gran devoción a Júpiter.

Representación de Júpiter

La representación más antigua era la estatua del dios, sedente y con larga barba, erigida en el templo del Capitolio por Vulca de Veyes, a requerimiento de Tarquino el antiguo, escultura que fue destruida en el año 82 a.C. En algunas monedas aparece representado de un aspecto juvenil e imberbe o sobre una cuádriga, posteriormente en la época imperial, vemos a un Júpiter conservador cubriendo con su manto al emperador reinante. Pero el Júpiter más conocido es el barbudo, sentando en majestad, como en El Vaticano, el Louvre y en el museo de Nápoles o el Júpiter con un pie enarbolando un rayo, como en los museos del Vaticano, de Dresde, de Florencia o el Louvre.

Júpiter el planeta que sigue fascinando

La simbología romana se ajusta perfectamente, ya que Júpiter es el planeta más grande, el gigante, el dominador de toda la familia planetaria. Su fuerza gravitatoria se deja sentir hasta en la Tierra; sus emisiones de radio, todavía parcialmente inexplicadas, rivalizan con las del propio sol. Y, a su alrededor, como configurando un sistema solar en miniatura, gira un cortejo de trece lunas.

Estudiosos a través de los tiempos

Galileo descubrió los cuatro primeros satélites en 1610, utilizando el recién inventado telescopio. En su libro de notas los bautiza con el nombre de “estrellas mediceas” en honor de la casa Medicis, que por entonces gobernaba Florencia (Italia). Pero al final, Simón Marius, otro astrónomo contemporáneo suyo, opto por asignarles los nombres de Io, Europa, Ganimedes y Calisto, cuatro personajes mitológicos victimas de los caprichos de Júpiter. El quinto satélite de Júpiter tardó tres siglos en ser descubierto. Es un pedazo de roca tan diminuto que ni siquiera posee forma esférica y que gira muy próximo a la mole del planeta. Los ocho restantes son insignificantes y describen órbitas bastante alejadas.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Dante Alighieri - "El infierno"



La comedia es un poema alegórico en cien cantos, de algo más de un centenar de versos cada uno, dividido en tres partes, siendo el primero el del infierno, una especie de prólogo de la obra. Llama la atención la extremada importancia el valor simbólico y místico que tienen los números. La suma de todos dígitos del total de cada verso, de cada canto, y del número total del poema, el cual es una equilibrada arquitectura en la que nada es al azar, motivo por el cual una traducción en prosa destruye las relaciones numéricas de sus versos y una parte esencial de su mensaje más profundo.

Los tres reinos del Más Allá

En su significado y en su estructura, es una consecuencia no solo del comportamiento humano de cada uno de los hombres con respecto a la ley de Dios, sino de toda la historia de la humanidad, así como una imagen o figura de ella. Sin los pecados de los hombres, el Infierno sería diferente, no habría lugar para el Purgatorio y sin los hombres el Paraíso carecería cuando menos de la Cándida Rosa.
Dante imaginaba unos reinos de ultratumba en los que podemos leer, como ayuda a nuestra salvación personal, la historia moral del mundo.
El infierno ha sido al menos en el ámbito de la lengua castellana la más leída de las tres cantigas de la Comedia.

El infierno

Es un abismo en forma de cono invertido, cuyo vértice coincide con el centro de la tierra. Está dividido en una especie de vestíbulo y nueve círculos escalonados, en el primero de los cuales se encuentran las almas de los grandes hombres que no conocieron la verdadera fe, mientras los ocho restantes están dispuestos de manera que los cuatro primeros forman al Ante-infierno. En éste se castiga por este orden; a los lujuriosos, los golosos, los avaros y pródigos, a los iracundos y desidiosos. Se trata de los que han pecado por incontinencia, aunque gravísima, menos odiosa a los ojos de Dios que la bestialidad y la malicia, que se castigan con el infierno propiamente dicho, cuyos cuatro círculos de complicada estructura, contienen las almas de los herejes, los violentos, los fraudulentos y los traidores.

Dante en el infierno

Dante acompaña el alma del poeta romano Virgilio, el cual simboliza la razón y el amor humano, es guiado por ella a través de este doloroso y terrible reino. Le allana el camino, le protege de las insidias de los demonios y le aconseja y le instruye sobre el pecado y sus efectos, por mandato de Beatriz, la amada del poeta, símbolo de la sabiduría y el amor divino.
El florentino contempla en el infierno a las almas de gentes ilustres u oscuras, de caballeros y poetas, de sabios, papas, reyes y emperadores, de hombres de negocios y artesanos. Habla con ellas, se compadece o se alegra según los casos, de sus suplicios y va describiendo el más impresionante cuadro jamás escrito sobre la historia de los pecados de los hombres.
En el vértice del Infierno se encuentra Lucifer, parodia entre blasfema y grotesca de la Santísima Trinidad.
Dante no pretendía horrorizar a sus lectores con la descripción del abismo infernal, sino instruirlos e inducirlos al bien por el conocimiento del mal.
El poeta dijo que habían puesto “mano en él, cielo y tierra” porque cuando le fue revelado en su viaje alegórico debía ser dado a conocer a los demás hombres según mandato de los cielos, del que se da cuenta en sus versos. ¿Orgullo de Dante? Más bien fe sincera, convicción, quizás humilde, de haber sido escogido por la Providencia para cumplir tal alta y comprometida misión.