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sábado, 27 de enero de 2024

Problemas de convivencia en la pareja



 Hay distintas razones por las que puede que hayas decidido vivir con tu pareja:

 

    Razones económicas. Si compartís piso, ahorráis en vuestros gastos.

    Planes de futuro o matrimonio. Ya lleváis un tiempo saliendo juntos y queréis dar un paso más.

    Independencia de la casa de los padres. A cierta edad, conviene independizarse.

    Compañía. Quizá hayas estado solo/a durante algún tiempo y ya es hora de compartir una vivienda con otra persona.

    Deseo de mayor intimidad. Os queréis y queréis estar juntos cuanto más tiempo mejor, y disfrutar de la intimidad que da la convivencia.

 

Cuando las parejas deciden vivir juntas tienden a idealizar la vida en pareja, pero cuando comienzas a vivir con otra persona, hay muchos conflictos que pueden aparecer en la convivencia. Estos problemas pueden aparecer en la primera fase de la convivencia hasta que se produzca un acoplamiento de las dos personas y una adaptación a la nueva situación, o pueden aparecer como resultado del desgaste de la pareja a lo largo del tiempo.

 

En cualquier caso, si la convivencia no es buena es necesario trabajar en ello para conseguir limar las diferencias y que la relación pueda mejorar.

 

Si te encuentras en un momento en el que se han incrementado los problemas de comunicación en tu pareja...

 

Si discutís por cualquier cosa y la convivencia se hace muy difícil...

 

Si os resulta muy complicado llegar a acuerdos...

 

Si deseas conocer técnicas que os ayuden a lograr una convivencia armónica, cuenta con nuestra ayuda.

 

¿Te imaginas una vida en pareja satisfactoria y enriquecedora? Te invitamos a seguir leyendo.

 

Qué son los problemas de convivencia

 

Cuando dos personas se juntan y deciden vivir juntos, se combinan dos personalidades, dos formas de ver la vida y el compromiso.

Los problemas de convivencia aparecen cuando hay opiniones distintas en horarios, organización, reparto de tareas a realizar, compras o limpieza del hogar.

Normalmente, antes de mudarse a la vivienda en común, no se han realizado acuerdos previos o no ha existido una buena comunicación.

En muchas ocasiones, también hay un desconocimiento en una o en las dos partes a la hora de responsabilizarse del mantenimiento de un hogar.

 

Por qué hay problemas de convivencia

 

Además de las causas ya mencionadas, desconocimiento o ausencia de comunicación previa, puede haber más causas que influyan en los problemas de convivencia.

 

 

  • Poco compromiso con la pareja o el matrimonio. En realidad, la persona no está preparada.
  • Una de las partes se ha casado por presión. Por ejemplo, presión familiar o por querer tener un hijo.
  • Dar por hecho que llevar una vida en común es sencillo. Tampoco es difícil pero hay una serie de requisitos o cambios que debemos hacer.
  • Altas expectativas del matrimonio, idealización poco realista y desilusión posterior.
  • Problemas económicos no resueltos. A veces, no se ha hablado de cómo se aportan los ingresos o cuándo y cómo trabaja cada parte de la pareja.
  • Diferencias en los puntos de vista sobre cuestiones prácticas de la convivencia.

Cuándo pedir ayuda

Hay un momento en el que los problemas de pareja se hacen más graves y pueden destruir una pareja. Si en tu relación, hay algunos de estos síntomas, es el momento de pedir ayuda:

  • La comunicación se ha roto. Ya no habláis de sentimientos. Ya no compartís vuestros retos o manifestáis emociones.
  • Falta de deseo sexual. A una de las partes, no le apetece mantener relaciones sexuales.
  • El romanticismo ha desaparecido. No se dan las cenas románticas, las sorpresas y los detalles en días especiales.
  • Diferencia de intereses. Te has dado cuenta de que no perseguís los mismos objetivos de pareja o ya no habláis de futuro.

Consecuencias de problemas de convivencia en la pareja

Las consecuencias desagradables cuando los problemas de comunicación aumentan son muchos. ¿Estás ya teniendo algunos de ellas?

  • Horarios distintos. Cada uno va a su horario. Casi ni coincidís.
  • Posibilidad de divorcio o separación. La ruptura es la decisión más grave pero muy común. No ha funcionado el acuerdo de pareja.
  • Peleas constantes que dificultan mucho la convivencia.
  • Problemas en tu entorno familiar o de amistades. Ya no eres el mismo/a. Estás más irritado/a ante cualquier situación. No puedes disimular lo que ocurre en tu casa.
  • Depresión. Tras la tristeza por no haber cumplido tu sueño de vivir en pareja, las personas con problemas de convivencia pueden desarrollar depresión.
  • Ansiedad o estrés. Te sientes desbordado,  quieres a tu pareja pero no sabes cómo reconducir la situación.

Terapia de pareja

Una terapia de pareja adecuada puede hacer mucho por ayudar a resolver los conflictos actuales.

Los terapeutas de pareja os ayudarán a resolver los conflictos en la convivencia de pareja. Mediante la terapia de pareja aprenderéis a negociar, llegar a acuerdos, comunicaros de forma efectiva y sobre todo a convivir.

 

sábado, 30 de diciembre de 2023

Síndrome de Diógenes emocional


 

“Recuerdos agridulces o dolientes, imágenes mentales que hacen que nos avergoncemos, aspiraciones abandonadas, relaciones fallidas… Son cosas que poco a poco vamos acumulando y cargamos en nuestras espaldas, y por algún motivo extraño nos negamos a olvidar y hasta sacamos en alguna ocasión por simple masoquismo…” Valeria al desnudo, Elisabet Benavent.

 

En algunas ocasiones, aparece en las noticias alguna información sobre algún caso de Diógenes extremo, en el que se han encontrado toneladas y toneladas de basura y de objetos totalmente inservibles en el domicilio de algún anciano tras su muerte. La diferencia entre una persona que padece un trastorno de conducta y una persona “sana” es que ante la misma visión de una habitación con basura hasta el techo, la persona afectada por el Síndrome de Diógenes verá su casa completamente normal, mientras que la otra persona comenzará rápidamente su limpieza.

El Síndrome de Diógenes afecta a un porcentaje bajo de la población, aunque a nivel emocional afecta casi a la parte complementaria sin ser consciente de ello. ¿Cuántos de nosotros hemos guardado alguna vez una entrada de cine, un tiquet de una cena o algún recuerdo que compartimos con una persona que lo hacía especial? O sin guardar algo físico: ¿hemos rememorado algún recuerdo placentero —o no— y hemos disfrutado o nos hemos fustigado por ello?

Estos objetos o vivencias, que en principio son insignificantes, los almacenamos poco a poco, y algún día que nos sentimos melancólicos los sacamos y desempolvamos recuerdos. Un primer beso, una primera caricia, la primera ruptura, las primeras lágrimas de amor… Una larga retahíla de emociones y sensaciones que pueden consolarnos o hacernos mucho daño.

En nuestro día a día lo tenemos todo bastante organizado: tallas, agendas, horarios, listas de la compra… Nunca nos quedaríamos una camisa de la talla 38 cuando usamos una 44, no lavaríamos los platos en la bañera y tampoco llenaríamos los cajones de los armarios con bombillas fundidas. En estos temas, aprendemos rápido como funciona, lo que sirve y lo que no.

Si es así… ¿Por qué nos cuesta tanto aplicarlo en otros ámbitos? ¿Por qué es más difícil discriminar aquello importante y lo que no es importante en nuestra vida como hacemos con el correo electrónico? ¿Cómo nos curamos de la tendencia por acapararlo todo en nuestra mente?

De vez en cuando, deberíamos poder limpiar nuestra mente, abrirnos y vaciarnos por completo como los cajones de la cocina o limpiar bajo la alfombra. Un día, sin más, eliminarlo todo: esto no me sirve, esto no me queda bien, esto no me acordaba de que lo tenía, lo rescato…

Y así, sencillamente, deshacernos de todo lo malo, recuperar y guardar lo bueno y tener a mano lo mejor, para que no se nos olvide.

A veces tenemos que aprender a no olvidar. Hay que saber seleccionar los recuerdos y despedirnos de los que no nos resultan útiles y acaban por frenarnos.

Limpia alguna vez tu memoria. Inténtalo. Guarda lo bueno, las enseñanzas de la vida como algo útil y a tener en cuenta y no como dañino, Olvida lo que te causa dolor en el alma, y deja espacio para acumular nuevas experiencias y recuerdos… Así volverás a vivir con intensidad.

 

La vida nunca dejará de enseñarte mientras quieras seguir aprendiendo” (Anónimo)

 

jueves, 16 de noviembre de 2023

Depilación làser


 

Depilación làser

 

 

La depilación láser es un procedimiento médico que utiliza un rayo concentrado de luz (láser) para eliminar el vello no deseado.

Durante la depilación láser, un láser emite una luz que es absorbida por el pigmento (melanina) del vello. La energía lumínica se convierte en calor, que daña los sacos en forma de tubo dentro de la piel (folículos pilosos) que producen vellos. Este daño inhibe o retrasa el crecimiento futuro del vello.

Aunque la depilación láser retrasa eficazmente el crecimiento del vello durante períodos prolongados, por lo general no produce una depilación permanente. Se requieren múltiples tratamientos de depilación láser para la depilación inicial, y también se pueden necesitar tratamientos de mantenimiento. La depilación láser es más eficaz para las personas que tienen la piel clara y el cabello oscuro, pero puede tener buenos resultados en todos los tipos de piel.

 

Por qué se realiza

La depilación láser se utiliza para reducir el vello no deseado. Los lugares frecuentes donde se realiza el tratamiento son piernas, axilas, labio superior, mentón y línea del bikini. Sin embargo, es posible tratar el vello no deseado en casi cualquier zona, excepto los párpados o la zona de alrededor. La piel con tatuajes tampoco debe tratarse.

 

El color del vello y el tipo de piel influyen en el éxito de la depilación láser. El principio básico indica que el pigmento del vello, pero no el pigmento de la piel, debe absorber la luz. El láser debe dañar solo el folículo piloso y evitar dañar la piel. Por lo tanto, con un contraste entre el color del vello y el color de la piel (vello oscuro y piel clara) se obtienen mejores resultados.

 

El riesgo de daño a la piel es mayor cuando hay poco contraste entre el color del vello y el color de la piel, pero los avances en la tecnología láser han convertido a la depilación láser en una opción para las personas con piel más oscura. La depilación láser es menos eficaz para los colores de vello que no absorben bien la luz: gris, pelirrojo, rubio y blanco. Sin embargo, las opciones de tratamiento con láser para el vello de color claro continúan desarrollándose.

 


 

Riesgos

Los riesgos de efectos secundarios varían según el tipo de piel, el color del vello, el plan de tratamiento y el cumplimiento con los cuidados anteriores y posteriores al tratamiento. Entre los efectos secundarios más comunes de la depilación láser se incluyen:

 

    Irritación de la piel. Es posible que tengas, de manera temporal, malestar, enrojecimiento e hinchazón después de la depilación láser. Cualquier signo y síntoma suele desaparecer en varias horas.

    Cambios en la pigmentación. La depilación láser puede oscurecer o aclarar la piel afectada. Estos cambios pueden ser temporales o permanentes. El aclarado de la piel afecta principalmente a quienes no evitan la exposición al sol antes o después del tratamiento y a quienes tienen la piel más oscura.

En muy pocas ocasiones, la depilación láser puede causar ampollas, costras, cicatrices u otros cambios en la textura de la piel. Otros efectos secundarios poco comunes incluyen el encanecimiento del vello tratado o el crecimiento excesivo de vello alrededor de las áreas tratadas, particularmente en la piel más oscura.

La depilación láser no se recomienda en párpados, cejas o zonas circundantes, debido a la posibilidad de lesiones oculares graves.

 

Cómo prepararse

Si estás interesado en la depilación con láser, elige un médico certificado en una especialidad como la dermatología o la cirugía estética y que tenga experiencia en depilación con láser en tu tipo de piel. Si un asociado médico o un enfermero matriculado realizarán el procedimiento, asegúrate de que el médico lo supervise y esté disponible en el lugar durante los tratamientos. Ten cuidado con los spas, los salones de belleza u otros centros que permiten que el personal no médico realice la depilación con láser.

Antes de la depilación con láser, programa una consulta con el médico para determinar si esta es una opción de tratamiento adecuada para ti. Tu médico podría hacer lo siguiente:

    Revisar tus antecedentes médicos, incluidos los medicamentos que usas, antecedentes de trastornos de la piel o formación de cicatrices y procedimientos anteriores de depilación

    Hablar sobre los riesgos, beneficios y expectativas, incluso lo que la depilación con láser puede hacer o no por ti

    Tomar fotografías para utilizar en evaluaciones donde se compara el antes y el después, y revisiones a largo plazo

En la consulta, analiza un plan de tratamiento y los costos relacionados. Por lo general, la depilación con láser es un gasto que pagas de tu propio bolsillo.

El médico también ofrecerá instrucciones específicas para prepararte para la depilación con láser. Entre estos se podrían incluir los siguientes:

    No exponerte al sol. Sigue los consejos del médico para evitar la exposición al sol antes y después del tratamiento. Siempre que salgas, aplica un protector solar de amplio espectro, SPF30.

    Aclarar tu piel. Evita cremas de bronceado sin sol que oscurezcan la piel. Es posible que el médico también te recete una crema decolorante si tienes un bronceado reciente o la piel más oscura.

    Evitar otros métodos de depilación. La depilación mediante electrólisis, con pinzas de depilar y ceras puede alterar los folículos pilosos y debe evitarse al menos cuatro semanas antes del tratamiento.

    Evitar los medicamentos anticoagulantes. Pregúntale a tu médico qué medicamentos evitar antes del procedimiento, como las aspirinas o los medicamentos antiinflamatorios.

    Afeitar el área de tratamiento. Se recomienda recortarse o afeitarse el día antes del tratamiento con dispositivo láser. De esa manera, se elimina el vello por encima de la piel que puede ocasionar daños en dicha superficie debido al vello quemado, pero preserva el tallo del vello debajo de la superficie.

 

 


 

 

Lo que puedes esperar

Por lo general, la depilación con láser requiere de dos a seis tratamientos. El intervalo entre los tratamientos variará según el lugar. En las áreas donde el vello crece rápidamente, como el labio superior, el tratamiento podría repetirse dentro de cuatro a ocho semanas. En las áreas donde el vello crece lentamente, como en la espalda, el tratamiento podría realizarse cada 12 a 16 semanas.

En cada tratamiento, usarás gafas especiales para proteger tus ojos del rayo láser. Si es necesario, un asistente podría afeitar la zona nuevamente. El médico puede aplicar anestesia tópica sobre tu piel para reducir cualquier malestar durante el tratamiento.

 

Durante el procedimiento

El médico presionará un instrumento láser de mano sobre la piel. Según el tipo de láser, se puede usar un dispositivo de enfriamiento en la punta del instrumento o un gel frío para proteger la piel y disminuir el riesgo de efectos secundarios.

Cuando el médico active el láser, el rayo láser pasará a través de la piel hacia los folículos pilosos. El calor intenso del rayo láser daña los folículos pilosos, lo que inhibe el crecimiento del vello. Puedes sentir una molestia, como un pinchazo tibio, y es probable que sientas una sensación de frío provocada por el dispositivo de enfriamiento o el gel.

El tratamiento de un área pequeña, como el labio superior, puede llevar solo unos minutos. El tratamiento de un área más grande, como la espalda, puede llevar más de una hora.

 

Después del procedimiento

Quizás notes enrojecimiento e hinchazón en las primeras horas después de la depilación láser.

Para reducir las molestias, puedes aplicarte hielo en la zona tratada. Si presentas una reacción alérgica en la piel inmediatamente después de la depilación láser, el médico podría aplicarte una crema con esteroides en la zona afectada.

Después de la depilación láser y entre los tratamientos programados, evita la exposición al sol y no uses camas solares durante seis semanas, o según te lo indique el médico. Usa un protector solar de amplio espectro SPF30 todos los días.

 


 

 

Resultados

Los vellos no se caen de inmediato, pero lo harán durante un plazo de días a semanas. Esto puede parecer un crecimiento continuo del vello. Los tratamientos repetidos suelen ser necesarios porque el crecimiento y la pérdida del vello ocurren naturalmente en un ciclo y el tratamiento con láser funciona mejor con los folículos pilosos en la etapa de nuevo crecimiento.

Los resultados varían significativamente y son difíciles de predecir. La mayoría de las personas experimentan una depilación que dura varios meses, y puede durar años. Pero la depilación láser no garantiza una depilación permanente. Cuando el vello vuelve a crecer, generalmente es más fino y de color más claro.

Es posible que necesites tratamientos con láser de mantenimiento para la reducción del vello a largo plazo.

 

¿Qué sucede con los láseres de uso doméstico?

Existen láseres para depilación que pueden usarse en el hogar. Estos dispositivos podrían reducir el vello de manera moderada. Sin embargo, no existen estudios exhaustivos que comparen la eficacia de estos dispositivos con la eficacia de la depilación con láser realizada en el consultorio médico.

Además, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) considera a estos dispositivos de depilación con láser de uso doméstico como dispositivos estéticos y no médicos, lo que significa que no reciben el mismo nivel de control que otros dispositivos médicos. Actualmente, no se han hecho estudios exhaustivos y a largo plazo sobre la seguridad y eficacia de los dispositivos de uso doméstico.

Si decides usar un dispositivo de depilación con láser de uso doméstico, sigue las instrucciones que vienen con el aparato para ayudar a reducir el riesgo de tener lesiones, especialmente lesiones oculares.