Hay distintas razones por
las que puede que hayas decidido vivir con tu pareja:
Razones económicas. Si compartís piso, ahorráis en vuestros gastos.
Planes de futuro o matrimonio. Ya lleváis un tiempo saliendo juntos y queréis dar un paso más.
Independencia de la casa de los padres. A cierta edad, conviene independizarse.
Compañía. Quizá hayas estado solo/a durante algún tiempo y ya es hora de compartir una vivienda con otra persona.
Deseo de mayor intimidad. Os queréis y queréis estar juntos cuanto más tiempo mejor, y disfrutar de la intimidad que da la convivencia.
Cuando las parejas deciden vivir juntas tienden a idealizar la vida en pareja, pero cuando comienzas a vivir con otra persona, hay muchos conflictos que pueden aparecer en la convivencia. Estos problemas pueden aparecer en la primera fase de la convivencia hasta que se produzca un acoplamiento de las dos personas y una adaptación a la nueva situación, o pueden aparecer como resultado del desgaste de la pareja a lo largo del tiempo.
En cualquier caso, si la convivencia no es buena es necesario trabajar en ello para conseguir limar las diferencias y que la relación pueda mejorar.
Si te encuentras en un momento en el que se han incrementado los problemas de comunicación en tu pareja...
Si discutís por cualquier cosa y la convivencia se hace muy difícil...
Si os resulta muy complicado llegar a acuerdos...
Si deseas conocer técnicas que os ayuden a lograr una convivencia armónica, cuenta con nuestra ayuda.
¿Te imaginas una vida en pareja satisfactoria y enriquecedora? Te invitamos a seguir leyendo.
Qué son los problemas de convivencia
Cuando dos personas se juntan y deciden vivir juntos, se combinan dos personalidades, dos formas de ver la vida y el compromiso.
Los problemas de convivencia aparecen cuando hay opiniones distintas en horarios, organización, reparto de tareas a realizar, compras o limpieza del hogar.
Normalmente, antes de mudarse a la vivienda en común, no se han realizado acuerdos previos o no ha existido una buena comunicación.
En muchas ocasiones, también hay un desconocimiento en una o en las dos partes a la hora de responsabilizarse del mantenimiento de un hogar.
Por qué hay problemas de convivencia
Además de las causas ya mencionadas, desconocimiento o ausencia de comunicación previa, puede haber más causas que influyan en los problemas de convivencia.
- Poco compromiso con la pareja o el matrimonio. En realidad, la persona no está preparada.
- Una de las partes se ha casado por presión. Por ejemplo, presión familiar o por querer tener un hijo.
- Dar por hecho que llevar una vida en común es sencillo. Tampoco es difícil pero hay una serie de requisitos o cambios que debemos hacer.
- Altas expectativas del matrimonio, idealización poco realista y desilusión posterior.
- Problemas económicos no resueltos. A veces, no se ha hablado de cómo se aportan los ingresos o cuándo y cómo trabaja cada parte de la pareja.
- Diferencias en los puntos de vista sobre cuestiones prácticas de la convivencia.
Cuándo pedir ayuda
Hay un momento en el que los problemas de pareja se hacen más graves y pueden destruir una pareja. Si en tu relación, hay algunos de estos síntomas, es el momento de pedir ayuda:
- La comunicación se ha roto. Ya no habláis de sentimientos. Ya no compartís vuestros retos o manifestáis emociones.
- Falta de deseo sexual. A una de las partes, no le apetece mantener relaciones sexuales.
- El romanticismo ha desaparecido. No se dan las cenas románticas, las sorpresas y los detalles en días especiales.
- Diferencia de intereses. Te has dado cuenta de que no perseguís los mismos objetivos de pareja o ya no habláis de futuro.
Consecuencias de problemas de convivencia en la pareja
Las consecuencias desagradables cuando los problemas de comunicación aumentan son muchos. ¿Estás ya teniendo algunos de ellas?
- Horarios distintos. Cada uno va a su horario. Casi ni coincidís.
- Posibilidad de divorcio o separación. La ruptura es la decisión más grave pero muy común. No ha funcionado el acuerdo de pareja.
- Peleas constantes que dificultan mucho la convivencia.
- Problemas en tu entorno familiar o de amistades. Ya no eres el mismo/a. Estás más irritado/a ante cualquier situación. No puedes disimular lo que ocurre en tu casa.
- Depresión. Tras la tristeza por no haber cumplido tu sueño de vivir en pareja, las personas con problemas de convivencia pueden desarrollar depresión.
- Ansiedad o estrés. Te sientes desbordado, quieres a tu pareja pero no sabes cómo reconducir la situación.
Terapia de pareja
Una terapia de pareja adecuada puede hacer mucho por ayudar a resolver los conflictos actuales.
Los terapeutas de pareja os ayudarán a resolver los conflictos en la convivencia de pareja. Mediante la terapia de pareja aprenderéis a negociar, llegar a acuerdos, comunicaros de forma efectiva y sobre todo a convivir.