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domingo, 29 de agosto de 2021

Los sueños


 

Los sueños son historias e imágenes que nuestra mente crea mientras dormimos. Pueden ser entretenidos, divertidos, románticos, inquietantes, atemorizantes y, a veces, muy extraños.

Son una fuente de misterio continuo para los científicos y psicólogos. ¿Por qué soñamos? ¿Cuál es la causa de los sueños? ¿Podemos controlarlos? ¿Cuál es su significado?

Datos básicos sobre los sueños

·       Es posible que no recordemos haber soñado, pero se cree que todos soñamos entre 3 y 6 veces cada noche.

·       Se cree que cada sueño dura entre 5 y 20 minutos.

·       Alrededor del 95% de los sueños se olvidan al levantarse de la cama.

·       Soñar puede ayudarte a aprender y desarrollar recuerdos a largo plazo.

·       Las personas ciegas sueñan más con otros componentes sensoriales en comparación con las personas videntes.


Causas

Existen varias teorías sobre por qué soñamos. ¿Son los sueños simplemente parte del ciclo del sueño o sirven para algún otro propósito?

Las posibles explicaciones incluyen:


  1. representan deseos y anhelos inconscientes
  2. interpretan señales aleatorias del cerebro y el cuerpo durante el sueño
  3. consolidan y procesan la información que recopilamos durante el día
  4. funcionan como una forma de psicoterapia

Gracias a evidencia y nuevas metodologías de investigación, los investigadores especulan que soñar cumple las siguientes funciones:


  1. reprocesamiento de memoria fuera de línea, cuando el cerebro consolida las tareas de aprendizaje y memoria y apoya y registra el estado de vigilia
  2. preparación para posibles amenazas futuras
  3. simulación cognitiva de experiencias de la vida real, ya que soñar es un subsistema de la Red Neuronal por Defecto (RND), la parte de la mente activa cuando soñamos despiertos
  4. ayuda a desarrollar capacidades cognitivas
  5. refleja la función mental del inconsciente de una manera psicoanalítica
  6. un estado de conciencia único que integra la experiencia del presente, el procesamiento del pasado y la preparación para el futuro
  7. un espacio psicológico donde el ego soñador reúne nociones abrumadoras, contradictorias o sumamente complejas, que serían inquietantes cuando estamos despiertos, así satisfaciendo la necesidad de equilibrio y balance psicológico

Mucho se desconoce sobre los sueños. Por su naturaleza, son difíciles de estudiar en un laboratorio, pero la tecnología y las nuevas técnicas de investigación pueden ayudar a mejorar nuestra comprensión de los sueños.

Fases del sueño

Hay cinco fases en un ciclo de sueño:

Fase 1: sueño ligero, movimiento lento de los ojos y actividad muscular reducida. Esta fase constituye del 4% al 5% del sueño total.

Fase 2: el movimiento de los ojos se detiene y las ondas cerebrales se vuelven más lentas, con ráfagas ocasionales de ondas rápidas llamadas husos del sueño. Esta fase constituye del 45% al 55% del sueño total.

Fase 3: empiezan a aparecer ondas cerebrales extremadamente lentas llamadas ondas delta, intercaladas con ondas más pequeñas y rápidas. Esta fase ocupa del 4% al 6% del sueño total.

Fase 4: el cerebro produce ondas delta casi exclusivamente. Es difícil despertar a alguien durante las etapas 3 y 4, que en conjunto son referidas como «sueño profundo». No hay movimiento ocular o actividad muscular. Las personas que se despiertan durante el sueño profundo suelen sentirse desorientadas durante varios minutos después de despertarse. Esta fase constituye del 12% al 15% del sueño total.

Fase 5: esta etapa se conoce como movimiento ocular rápido (REM, en inglés). La respiración se vuelve más rápida, irregular y superficial, los ojos se mueven rápidamente en varias direcciones y los músculos de las extremidades se paralizan temporalmente. La frecuencia cardíaca aumenta, la presión arterial aumenta y los hombres desarrollan erecciones de pene. Cuando las personas se despiertan durante el sueño REM, a menudo describen cuentos extraños e ilógicos. Estos son los sueños. Esta fase ocupa del 20% al 25% del sueño total.

Para la neurociencia, la posible causa de los sueños está relacionada con la fase de sueño de movimientos oculares rápidos (REM).

¿Qué son los sueños?

Los sueños son una experiencia humana universal que puede describirse como un estado de conciencia caracterizado por acontecimientos sensoriales, cognitivos y emocionales durante el sueño.

La persona que está soñando tiene un menor control sobre el contenido, las imágenes visuales y la activación de la memoria.

No existe un estado cognitivo que haya sido tan estudiado y sin embargo tan malinterpretado, como los sueños.

Existen diferencias significativas entre los enfoques neurocientíficos y psicoanalíticos del análisis de los sueños.

Los neurocientíficos están interesados en las estructuras involucradas en la producción de sueños, la organización de los sueños y la narratividad. Pero el psicoanálisis se enfoca en el significado de los sueños y los coloca en el contexto de la historia del que sueña.

Los informes de sueños tienden a estar llenos de experiencias emocionales y vívidas que contienen temas, preocupaciones, personajes y objetos que se relacionan estrechamente con la vida consciente.

Estos elementos crean una nueva “realidad” que parece surgir de la nada, produciendo una experiencia con un marco de tiempo y conexiones realistas.

Pesadillas

Las pesadillas son sueños angustiantes que hacen que la persona que está soñando sienta una serie de emociones perturbadoras. Las reacciones comunes a una pesadilla incluyen miedo y ansiedad.

Pueden presentarse tanto en adultos como en niños, y las causas incluyen:


  1. estrés
  2. miedo
  3. trauma
  4. dificultades emocionales
  5. enfermedad
  6. uso de ciertos medicamentos o drogas

Sueños lúcidos

En un sueño lúcido, la persona que sueña está consciente de que está soñando. Puede tener cierto control sobre su sueño.

Esta medida de control puede variar en cada sueño lúcido. Suelen ocurrir en medio de un sueño normal cuando la persona que duerme de repente se da cuenta de que está soñando.

Algunas personas experimentan sueños lúcidos de forma aleatoria, mientras que otras han informado que pueden aumentar su capacidad para controlar sus sueños.

Hay cinco fases en un ciclo de sueño:

Fase 1: sueño ligero, movimiento lento de los ojos y actividad muscular reducida. Esta fase constituye del 4% al 5% del sueño total.

Fase 2: el movimiento de los ojos se detiene y las ondas cerebrales se vuelven más lentas, con ráfagas ocasionales de ondas rápidas llamadas husos del sueño. Esta fase constituye del 45% al 55% del sueño total.

Fase 3: empiezan a aparecer ondas cerebrales extremadamente lentas llamadas ondas delta, intercaladas con ondas más pequeñas y rápidas. Esta fase ocupa del 4% al 6% del sueño total.

Fase 4: el cerebro produce ondas delta casi exclusivamente. Es difícil despertar a alguien durante las etapas 3 y 4, que en conjunto son referidas como «sueño profundo». No hay movimiento ocular o actividad muscular. Las personas que se despiertan durante el sueño profundo suelen sentirse desorientadas durante varios minutos después de despertarse. Esta fase constituye del 12% al 15% del sueño total.

Fase 5: esta etapa se conoce como movimiento ocular rápido (REM, en inglés). La respiración se vuelve más rápida, irregular y superficial, los ojos se mueven rápidamente en varias direcciones y los músculos de las extremidades se paralizan temporalmente. La frecuencia cardíaca aumenta, la presión arterial aumenta y los hombres desarrollan erecciones de pene. Cuando las personas se despiertan durante el sueño REM, a menudo describen cuentos extraños e ilógicos. Estos son los sueños. Esta fase ocupa del 20% al 25% del sueño total.

Para la neurociencia, la posible causa de los sueños está relacionada con la fase de sueño de movimientos oculares rápidos (REM).

 

Lado izquierdo y derecho del cerebro

Los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro parecen contribuir de diferentes maneras a la formación de un sueño.

Los investigadores de un estudio concluyeron que el hemisferio izquierdo parece proporcionar el origen de los sueños, mientras que el hemisferio derecho proporciona la vivacidad, representación de la realidad y nivel de activación afectiva del sueño.

Un estudio con adolescentes de 10 a 17 años encontró que los zurdos tenían más probabilidades de experimentar sueños lúcidos y recordar sueños dentro de otros sueños.

Por qué olvidamos los sueños

Los estudios sobre la actividad cerebral sugieren que la mayoría de las personas mayores de 10 años sueñan entre 4 y 6 veces cada noche, pero algunas personas casi nunca recuerdan haber soñado.

A menudo, se dice que 5 minutos después de haber soñado, las personas han olvidado el 50% del contenido, aumentando al 90% otros 5 minutos más tarde.

La mayoría de los sueños se olvidan por completo al despertarse, pero no se sabe con precisión por qué es tan difícil recordar los sueños.

Algunos pasos que pueden ayudar a mejorar el recuerdo de los sueños incluyen:

  • despertarse de forma natural y no con alarma
  • enfocarse en el sueño tanto como sea posible al despertar
  • escribir tan pronto como sea posible sobre el sueño al despertar
  • tomar nota de los sueños de forma rutinaria

¿Quién recuerda sus sueños?

Hay factores que pueden influir en quién recuerda sus sueños, qué parte del sueño permanece intacto y qué tan vívido es.

Edad: con el tiempo, es probable que una persona experimente cambios en el horario, la estructura y la actividad electroencefalográfica (EEG) de su sueño.

La evidencia sugiere que el recuerdo de los sueños disminuye progresivamente desde el comienzo de la edad adulta, pero no en una edad mayor. Los sueños también se vuelven menos intensos. Esta evolución se da más rápidamente en hombres que en mujeres, con diferencias de género con respecto al contenido de los sueños.

Género: un estudio de los sueños de 108 hombres y 110 mujeres no encontró diferencias entre la cantidad de agresión, amabilidad, sexualidad, personajes masculinos, armas o ropa que aparecen en el contenido.

Sin embargo, los sueños de las mujeres presentaban un mayor número de miembros de la familia, bebés, niños e interiores que los de los hombres.

Trastornos del sueño: el recuerdo de los sueños aumenta en pacientes con insomnio, y sus sueños reflejan el estrés asociado con su afección. Los sueños de las personas con narcolepsia pueden tener un tono más extraño y negativo.

Recuerdo de los sueños y el bienestar

Un estudio analizó si el recuerdo y el contenido de los sueños reflejan las relaciones sociales de la persona que está soñando.

Estudiantes universitarios voluntarios fueron evaluados en cuanto a medidas de apego, recuerdo de sueños, contenido de sueños y otras medidas psicológicas.

Los participantes que fueron clasificados en una posición “alta” en una escala de “apego inseguro” tuvieron más probabilidad de:


  1. reportar un sueño
  2. soñar con frecuencia
  3. experimentar imágenes intensas que contextualizan emociones fuertes en sus sueños

Los voluntarios de mayor edad cuyo estilo de apego se clasificó como “preocupado” tuvieron más probabilidad de:


  1. reportar un sueño
  2. reportar sus sueños con más palabras

El recuerdo de los sueños fue más bajo para los participantes “evasivos” y más alto para los participantes “preocupados”.

¿Todos sueñan en color?

Investigadores descubrieron en un estudio que:

  • Cerca del 80% de los participantes menores de 30 años soñó en color.
  • A los 60 años, el 20% dijo que soñaba en color.

El número de personas de entre 20, 30 y 40 años que sueñan en color aumentó entre 1993 y 2009. Los investigadores especularon que la televisión en color podría jugar un papel en la diferencia generacional.

Otro estudio que utilizó cuestionarios y diarios de sueños también encontró que los adultos mayores tenían más sueños en blanco y negro que los participantes más jóvenes.

Las personas mayores reportaron que tanto sus sueños en color como sus sueños en blanco y negro eran igualmente vívidos. Sin embargo, los participantes más jóvenes dijeron que sus sueños en blanco y negro no eran de buena calidad.

¿Pueden los sueños predecir el futuro?

Es posible que algunos sueños parezcan predecir eventos futuros.

Algunos investigadores afirman tener prueba de que esto es posible, pero no hay evidencia suficiente para probarlo.

En la mayoría de los casos, esto se debe a una coincidencia, un recuerdo falso o a la mente inconsciente que conecta información que ya conoce.

Los sueños pueden ayudar a las personas a aprender más sobre sus sentimientos, creencias y valores. Las imágenes y los símbolos que aparecen en los sueños tendrán significados y conexiones específicos de cada persona.

Las personas que buscan entender el significado de sus sueños deberían pensar en lo que significa para ellos cada parte de sus sueños.

Los libros o guías que dan significados universales específicos a imágenes y símbolos pueden no ser útiles.

Sin embargo, para aquellos que estén interesados en tales libros, hay una selección disponible para comprar en línea.

 

viernes, 18 de junio de 2021

¿Eres un fracasado?

 


No te subestimes.

 

Estamos acostumbrados a que algunos términos como fracaso sean la antesala hacia la infelicidad y, aunque no se puede negar que las situaciones incómodas o difíciles pueden dar como resultado un cuadro de depresión irreversible, también es posible que sean los momentos de la vida, las crisis, que nos moldeen. En las crisis personales, sociales o profesionales es cuando estás forzado a hacer uso de todos los recursos internos, incluso de algunos que ni siquiera conocías. Esa es la grandeza del fracaso y esa es la razón para asegurar que la vida es un fracaso tras otro.

Todo en la vida es un fracaso tras otro… ¿Y qué?

Hay momentos épicos en el cine y en la vida. Este es uno de esos, de los que trascienden. Una de esas conversaciones que te cambian la vida. Este es uno de esos instantes cinematográficos que encierran más conocimiento filosófico que todas las obras reunidas de André Comte. Posiblemente, una de las mejores escenas del cine del nuevo siglo;

– A veces desearía poder dormir hasta los dieciocho años, saltarme toda esta mierda, el instituto y todo lo demás. Saltármelo todo.

– ¿Sabes quien es Marcel Proust?

– ¿Es ese del que enseñas?

– Sí, un escritor francés. Un auténtico fracasado. Nunca tuvo un trabajo, sus amores fueron un desastre, gay… Estuvo veinte años escribiendo un libro que ya casi nadie lee, pero quizá sea el mejor escritor desde Shakespeare… En fin, él llego al final de su vida, echó la vista atrás y decidió que todos esos años en los que sufrió fueron los mejores de su vida, porque le moldearon. Los años de felicidad… perdidos, no aprendió nada.

 

Cuánto cuesta aprender que las situaciones difíciles de la vida nos enseñan a mejorar.

El fracaso está enlazado, forzosamente, a otro término; la frustración. Hemos sido niños de nuestro siglo y, como tales, la baja tolerancia a la frustración es, prácticamente, una constante en nuestra vida.

El problema es que si no quieres sentir ninguna frustración en tu vida, no puedes permitirte fracasar y, si no puedes permitirte fracasar, no te permitirás intentar nada sin tenerlo perfectamente atado.

He aquí el problema. Están muy mal vistos los chapuceros pero, si nos paramos a mirar a algunas de las personalidades más relevantes del siglo XX, nos encontramos a seres humanos como Stephen Hawking que escribió un tratado en el que aseguraba… lo que años más tarde tuvo que negar. ¿Le preocupó? Está claro que las equivocaciones nos molestan a todos pero ese error (inmenso, por cierto) no a Stephen Hawking no le impidió continuar haciendo aquellos que más le gustaba; la ciencia.

Si estás en un momento de tu vida plácido y sin complicaciones, las apuestas estarán a la alta pero, realmente, lo que determinará de la “pasta” de la que estás hecho se descubrirá cuando te enfrentes a una situación difícil. Porque son las situaciones difíciles las que nos curten y si estás lo suficientemente atento como para mirar al rostro de tus miedos sin apartar la vista es probable que el aprendizaje que extraigas de las situaciones difíciles de la vida trascienda la situación y te cambie para siempre. Al fin y al cabo, sabemos desaprender de la misma manera que aprendemos. Nacemos como “tabulas rasas”, repletas de experiencias. Nosotros elegimos si nos llevarán hacia el aprendizaje o hacia la desesperación.

 

Dicen por ahí que lo que no te mata te hace más fuerte, pero yo creo que lo que no te mata NO te hace más fuerte; de fracasos y fracasos.

 

Por supuesto, esta reflexión no estaría completa si cayera en el error de generalizar. En otro momento, escribí acerca de las 4 frases motivadoras que, en realidad, nos desmotivan. Sigo creyendo en que las palabras de Friedrich Niezstche son malinterpretadas a menudo y en el caso de la cita “lo que no me mata, me hace más fuerte”, aún más. Reitero que hay situaciones difíciles “que te hieren de gravedad”. No todos los fracasos son iguales. Es por ello que si estás en un momento de tu vida en el que el mundo te supera, en el que crees que no sobrevivirás, no te lo pienses y busca ayuda. Y es que una de las cosas que el ser humano debería aprender consiste en saber cuando puede con una situación y cuando debe pedir ayuda porque “el barco se hunde”.