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lunes, 9 de diciembre de 2013

Personalidad autoritaria

Una persona autoritaria es aquella que disfruta ejerciendo el poder, sobre una persona, un colectivo o una nación. Una autoridad también es necesario si lo trasladamos al poder legal y es necesaria en cuanto se ejercita sobre un bien público o los intereses de una mayoría. Según el diccionario de la Real Academia Española, tiene varias definiciones pero en referencia al poder legitimo dice: “Potestad que cada pueblo ha establecido su constitución para que rija y gobierne ya dictando leyes, ya haciéndolas observar, ya administrando justicia”.La autoridad forma parte de la historia humana y sin embargo, está en oposición a lo que también más anhela; la libertad. Esta balanza, este equilibrio hace que la persona autoritaria se sienta amenazada ante cualquier opinión en contra de sus pensamientos, decisiones. Parece un contrasentido pero precisamente el autoritario priva a su agresor su bien más preciado, su libertad. Sometiéndole, degradándole, en definitiva, anulándole. A este tipo de comportamientos se la llama en psicología “la personalidad autoritaria”.

Dictadores recientes en la historia como Hitler, Pinochet o Franco, se acogen a este tipo de personalidad y sus hechos lo demuestran sin lugar a equivocaciones, lo que decían ellos es lo que prevalecía y el que no comulgaba con sus ideales eran condenados a muerte por traición.El psicólogo Erich Fromm dijo: “Buscamos evitar la libertad al fusionarnos con otros, volviéndonos parte de un sistema autoritario como la sociedad de la Edad Media. Hay dos formas de acercarse a esta postura: una es someterse al poder de otros, volviéndose pasivo y complaciente. La otra es convertirse uno mismo en autoritario. De cualquiera de las dos formas, escapamos a una identidad separada”.

La obra de Erich Fromm

Fromm hizo un estudio completo de este tipo de personalidad http://www.enciclopediaespana.com/La_personalidad_autoritaria.html, en la que efectuó unas mediciones sobre la actitud, varios análisis basados en test y entrevistas. Los sujetos para el experimento eran en su mayoría delincuentes encerrados en prisión, por lo que su obra recibió muchas críticas. Decían que estaban enfocadas hacia el autoritarismo de derechas, en la época que realizó su estudio y posterior libro era el auge del fascismo y que muchos de los encuestados eran presos políticos.

¿Se hace o se nace siendo autoritario?

Exactamente no se sabe, los psicólogos creen que las personas autoritarias han sido niños o niñas muy protegidos, acostumbrados a salirse con la suya. No tienen empatía, ningún sentimiento hacía los demás, ya que ni lo sienten, ni lo piensan. Cuando se hacen mayores su grado de inflexibilidad puede hacerles agresivos, porque no toleran que nadie les diga lo que tienen que hacer o recibir críticas por algo que han dicho o hecho. Por tanto, como se creen dueños de la verdad, exigen obediencia ciega de quienes trabajan o viven con ellos. La palabra tolerancia no existe es su vocabulario, la tolerancia es aceptar a los demás en sus diferencias, defectos y virtudes, etc. Esta forma de ser es el lado apuesto ante una personalidad totalmente inflexible. Por tanto, suelen ser padres tiranos, jefes insoportables, y sus parejas son sumisas o callan por miedo del dominante.Ante una persona autoritaria lo peor que podríamos hacer, es intentar cambiarla, nos atrapará en su tela de araña para anular nuestra personalidad. Una persona no cambia o es difícil que cambie, en los autoritarios es imposible, ellos son la verdad, ellos son más que Dios o así se ven ellos.No siempre debemos pensar en la felicidad o el bienestar de los demás, la meta primera es ser felices nosotros para hacer felices a los demás y la felicidad no forma parte de la degradación o en la anulación personal.

J.D. Salinger el hombre que quería estar solo

J.D. Salinger era un hombre misterioso, esquivo y enemigo de multitudes. El sueño de su vida era ir a vivir al campo hasta el final de sus días, sueño que realizó al abandonar Nueva York en 1951 tras el éxito internacional de su obra más conocida; El guardián entre el centeno, e instalarse en una casa de campo donde murió. Fue el 27 de Enero 2010 y tenía 91 años. El diario The New York Times en el momento de dar la noticia de su muerte lo clasifico de “recluso literario”. Sólo su gran talento literario superó su acritud de carácter. De esta obra se han vendido más de 60 millones de ejemplares en todo el mundo. El enfrentamiento entre jóvenes y adultos es un tema que se repite en todas las generaciones, por lo que cualquier lector se puede sentir reflejado. He aquí su éxito.

Niño y hombre enigmático

Nació en Nueva York un 1 de enero de 1919, tuvo problemas en todas las escuelas, cambiando constantemente por su carácter hostil. En 1939 asistió a un curso de narrativa corta en la Universidad de Columbia, con este hecho empieza su trayectoria literaria escribiendo para varias revistas.Se alistó voluntario en el ejército al inicio de la II Guerra Mundial. Estuvo cuatro años e incluso participó en el desembarco de Normandía (1944); testigo de horrores de combate, le dejaron una huella en su personalidad y carácter que se verá reflejado en sus posteriores trabajos literarios; Un día perfecto para el pez banana que habla sobre un soldado suicida y también Para Esmé, con amor y sordidez narra a un soldado traumatizado.Su vida personal no era mucho mejor, se casó dos veces y los dos matrimonios acabaron en divorcio, aunque mantuvo varias relaciones con aspirantes femeninas, siempre muy jóvenes.El guardián entre el centenoEs la obra más conocida de J.D. Salinger y en la que se encuentra muchos paralelismos entre su protagonista, un adolescente llamado Holden Caulfield, su propia personalidad y su forma de encarar la vida. En un pasaje del libro el protagonista afirma: ”Me gustaría encontrar una cabaña en algún sitio y con el dinero que gane instalarme allí el resto de mi vida, lejos de cualquier conversación estúpida de la gente”.El libro está narrado en primera persona y en presente, la conclusión es una clara evolución personal del escritor. Sus problemas escolares, sus cambios de residencia, su relación con el mundo al que considera hipócrita.En una conversación con Phoebe un personaje del libro, el protagonista, Holden, explica que le gustaría ser El guardián entre el centeno:"Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan en él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de dónde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer".Quizá la fascinación que despierta el libro es el interés por el personaje, descubrir a través del libro el misterio que siempre lo ha rodeado. Huyó de los focos, de los fotógrafos y de las entrevistas. “Hay una paz maravillosa en no publicar. Es pacífico. Tranquilo. Publicar es una terrible invasión de mi vida privada. Me gusta escribir. Amo escribir. Pero escribo solo para mí mismo y para mi propio placer” dijo Salinger en aquella única entrevista.