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martes, 19 de agosto de 2014

El principio de Arquímedes



 



Arquímedes nació 287 a. C. en el puerto marítimo de Siracusa (Sicilia-Italia), ciudad que en aquel tiempo era una colonia de Grecia. Los pensadores griegos especulaban muchísimo sobre la naturaleza que les rodeaba, pero el origen de este hecho era más por el gusto al ejercicio mental, que la búsqueda de soluciones prácticas a problemas concretos. Así y todo, a veces, los poderosos exigían a sus teóricos algunas soluciones de tipo práctico. Esto es lo que pasó con el Principio de Arquímedes
El rey Hierón de Siracusa quería hacerse una corona de oro y para ese cometido da un alfarero una determinada cantidad de este metal precioso. Cuando la corona está acabada, a pesar de que su peso coincidía con el oro librado, Hierón sospecha que no toda la corona es de oro puro, que parte podría haber estado cambiado el oro por plata. Hierón no podía demostrar el engaño, por eso, encargo a su amigo Arquímedes que busques un sistema para descubrir la verdad.



No sabemos si Arquímedes se vio atraído por el problema que tenía su amigo, pero la realidad es que Arquímedes encuentra la solución gracias a la inquietud de querer explicar todo lo que le envuelve. Decía; “Los sueños son las esperanzas de los tontos” De esta manera un día que estaba en el baño vio que, cuando introducía su cuerpo en la bañera, el nivel del agua subía y que la variación del nivel no estaba en relación con el peso del cuerpo sumergido, sino a su volumen.
Arquímedes plantea la observación a su amigo Hierón y se da cuenta de que había encontrado la solución, de manera que salió a la calle chillando “Eureka” (Lo he encontrado) sin darse cuenta de que estaba desnudo.




Efectivamente, cuando sumergía en agua la cantidad de oro del mismo peso que la corana y después lo hacía con la propia joya, los dos tenían que hacer subir el mismo nivel de agua, pero el nivel del agua ascendía más con la corona, el engaño quedaba demostrado. La plata tiene menos densidad que el oro, por eso en un peso igual, ocupa más volumen.

Arquímedes puede ser el científico más grande de la antigüedad. Sus razonamientos, descubrimientos matemáticos y físicos continúan siendo válidos actualmente. Postuló un método para medir las áreas en las superficies curvas. Encontró la relación entre la circunferencia y el diámetro (valor Pi), el área y volumen de una esfera y numerosas investigaciones geométricas.
Aplicando las matemáticas llega a la conclusión de las doctrinas de la palanca. Construyó un caracol en espiral para subir el agua, obligado por los reyes, inventa diversas armas, unas para lanzar piedras (Catapultas), otras para volcar naves y también los espejos ustorios, con los que, aprovechando la capacidad de reflexión de los espejos parabólicos, incendió la flota romana.
Arquímedes murió 212 a. C. durante la Segunda Guerra Púnica, cuando los romanos capturaron la ciudad de Siracusa, al mando del general Marco Claudio Marcelo, después de un asedio de dos años de duración. Existen varias versiones de la muerte de Arquímedes, aunque todas muy parecidas. En una se cuenta que estaba el sabio trabajando en un problema matemático, cuando entró un soldado y le ordeno ir a ver al general romano, hizo caso omiso y le dijo que primero debía resolver el problema que tenía delante de él. El soldado muy enfado lo asesinó allí mismo con su espada.
Los relatos sobre Arquímedes fueron escritos por los historiadores de Roma mucho tiempo después de su muerte.

Ibn Battuta un viajero medieval del mundo islamico



En el año 1325, partió de su Tánger natal (Marruecos) el joven Abu Abdallah Ibn Battuta, este sería el primer viaje de muchas expediciones que realizaría a lo largo de treinta años y que lo llevaría a tierras muy remotas. Desde la china, Indonesia, Mali, Persia, Rusia, Siria, Turquía, Tanzania y países árabes.

Alejandría, El Cairo y el Alto Nilo.

Ibn Battuta bordeó la costa norte de África hasta llegar a Egipto. Allí vio el faro de Alejandría, una de las maravillas del mundo, y que por aquel entonces solo estaba parcialmente destruido.
Del Cairo dijo: “Alcanza el máximo en habitantes y puede enorgullecerse de su esplendor y belleza”, quedó maravillado de sus navíos, jardines, bazares, de los edificios religiosos y de las tradiciones de la ciudad.
A continuación, remontó el Nilo hacía el alto Egipto. Durante el viaje visitó las madrazas, que así se les llamaba a las escuelas corintias, también visitó monasterios a fin de conocer a los hombres piadosos que habitaban en ellos.

Un largo desvió para llegar a La Meca

Su intención era cruzar el mar Rojo a través del desierto, navegar hacia el oeste de Arabia y de allí a Medina y luego a La Meca. Sin embargo, una guerra le cerró el paso y no tuvo más remedio que regresar al Cairo.
Ibn Battuta se dirigió al norte, a Gaza, y de allí a Hebrón, donde se creía que estaban las tumbas de Abraham, Isaac y Jacob. Le sorprendió en Belén la veneración que sentían los cristianos por el lugar de nacimiento del profeta Jesús.
Siguiendo más al norte llegó a Damasco, donde estudió con ilustres ulemas y obtuvo una licencia para enseñar. Esta ciudad le cautivó, por sus grandes maestros, la más grande de las mezquitas “Mezquita de los Omeyas”, sus famosos mercados, joyas, telas, libros y cristalería. De hecho, en Damasco Ibn Battuta contrajo matrimonio, esta mujer sería la primera de muchas.
Se unió a una caravana que se dirigía a La Meca, era una forma de estar protegidos contra cualquier peligro y la aprovechó. Finalmente, llego a La Meca. Hay que decir que esta sería la primera vez de siete que Battuta peregrinaría a esta ciudad a lo largo de su vida. Todos los peregrinos vuelven a casa después de los ritos, pero él decidió partir hacia Bagdad.

A recorrer mundo

Bagdad era la capital del islam por aquel entonces. Los baños públicos dejaron atónito al joven viajero que escribió: “En cada uno de estos baños hay muchas celdas (...) Hay un pilón de mármol con dos canalillos, por uno corre el agua caliente y por el otro el agua fría”. Después de ser recibido por el sultán con todos los honores y recibiendo muchos regalos, un caballo, un vestido ceremonial, camellos y provisiones, se lanzó a la mar en dirección a la costa este de África.
Visitó los puertos de Mogadiscio. Mombasa y Zanzibar para dirigirse a la península arábiga y el golfo Pérsico. Destacó la amabilidad de los somalíes, la costumbre de masticar nuez de betel, los cocotales del Yemen y la pesca de perlas en el golfo pérsico.
Decidió ir a la India, era una ruta complicada, Egipto, siria, Somalia, Anatolia (Hoy Turquía); cruzó el mar negro rodeó la costa norte del mar Caspio y bajo a las actuales, Kazajistán, Uzbekistán, Afganistán y Pakistán.
En la India sirvió como cadí durante ocho años al sultán de Delhi. Conocedor de su alma viajera, lo nombró embajador y lo envió al emperador mongol de la China, Toghan Temur. Muchos navíos mercantes hacían la ruta a China, Battuta no tuvo problema en contratar uno. Un naufragio le impidió cumplir su misión diplomática en la China y decidió ir a las islas Maldiva, donde se puso al servicio de un visir (Funcionario musulmán).

De vuelta a casa, malas noticias

De vuelta a Damasco Ibn Battuta se enteró que un hijo que había dejado allí hacía veinte años, había muerto hacía doce y que su padre que vicia en Tánger también había muerto hacía quince años. Era el año 1348 y la peste negra estaba arrasando todo el Oriente Medio. Corrían la oz de que en El Cairo morían veinticinco mil personas diarias.
Un año más tarde llegó a Marruecos y se encontró con que su madre también había muerto a causa de la peste negra unos meses antes.
Con toda esta vida llena de aventuras por el mundo, se puede pensar que buscaría la tranquilidad del hogar, más si se tiene en cuenta que salió de casa con veintiún años y volvió con cuarenta cinco, pues no, sus ansias de aventuras no se habían saciado y se embarcó al poco tiempo rumbo a España. Estuvo tres años, después de los cuales emprendió su último recorrido a Tombuctu, ciudad del país africano que hoy conocemos como Malí.


Elogio de la locura- Erasmo de Rotterdam



En el año 1509, los ingleses se sienten muy satisfechos porque un monarca ingenioso e ilustrado, Enrique VIII, es ascendido al trono. Todavía el joven Enrique no ha descubierto lo divertido que es andar cambiando de esposa y los ingleses desconocen lo azarosa que les resultará la pasión amorosa del rey, coleccionando y repudiando mujeres.
Uno de aquellos felices ingleses era lord Mountjoy, quien anima a Erasmo a que regrese a Inglaterra y decore así con su presencia la cultura inglesa. Naturalmente, otro feliz inglés, Warhan, se apresura indicarle a Erasmo la seguridad de un beneficio, que ya era sabido, lo compatible que era el ideal erásmico con la economía particular. Y aún otro inglés feliz, Que todavía tardará en ser decapitado por su rey, Tomás Moro, se ofrecerá como anfitrión para alojar a Erasmo en su mansión londinense de Bucklersbury.

Paralelismo de Bosco con Elogio a la locura

En julio de 1509, Erasmo abandonará Italia, olvidado un tanto de la afección renal que le había aquejado en Venecia, y se dirige a Inglaterra atravesando los Alpes a lomos de caballería. En la plenitud de sus años, Erasmo llega feliz a Inglaterra y, junto a su satisfacción del encuentro con la sabiduría italiana, porta la idea del Encomio de la moría (Que titulará en griego) o Elogio de la locura. Posiblemente algún paisaje, alguna figura, acerca de la ironía de Erasmo a la “Nave de los Locos”, de Hieronymus Bosch, el Bosco. El Bosco es, efectivamente, una excelente referencia para sintetizar un gusto por lo extraño o lo extravagante en la época, y que explica en parte, el éxito de las siete ediciones de la obra de Erasmo en los primeros meses de su aparición. Pero lo que interesa enunciar es el común cerebralismo, a veces de frialdad deshumanizada, que une tanto al Bosco con este Elogio a la locura.

Elogio a la locura, criticado en Italia

Queda apuntado rápidamente este cerebralismo porque Elogio a la locura fue escrito en muy breve tiempo, en casa de Moro. y esa rapidez de escritura induce a pensar en una espontaneidad reñida con el cerebralismo. Máxime, cuando el propio Erasmo, en el Praéfatio que endereza a Moro a guisa de prólogo, nos dice que pensó el Elogio por divertirse y sugerido, temáticamente, por la similitud del juego de palabras de Moro (Mori un personaje que recordaba), y a Moría (locura). Cuando el texto llega a Italia, no es bien recibido, Martin Dorp dirige a Erasmo una carta de desaprobación por considerar la obra impropia de un teólogo y un jurisconsulto amigo de papas, reyes y cardenales. Y le propone que remedie este Elogio escribiendo otro de la sabiduría.


 

 

De que trata la obra “Elogio a la locura”

La obra parece extraña y extravagante dentro de la obra total de Erasmo, es un texto plenamente erasmista ya desde los autores, como Demócrito y Luciano, que va citando Erasmo en su prefacio. Son autores y obras asimilados de atrás, por su ironía y su sátira, y que, como las abundantes citas que salpicarán el texto, pertenecen al mundo cerebral de Erasmo, a su inteligente meditación del uso de la ironía que, frecuentemente, busca la exteriorización del ingenio, como si quisiera demostrar que el ingenio no era, ni mucho menos, patrimonio de toscanos y españoles. En este orden, en la respuesta de Erasmo a Dorp, aquél tenía toda la razón cuando señalaba haber tratado en el Elogio el mismo tema que en los Coloquios, la Institutio Principes Chistiani o las publicaciones relativas al Nuevo Testamento.
En lo que en el Elogio podía ser extraño o extravagante podemos encontrar parte de la gran fortuna lectora que tuvo, a cuyo atractivo hay que sumar su brevedad respecto a otras obras de Erasmo. Bajo su ironía, contiene al constante Erasmo crítico, al amante del alarde de las citas, y del sistema descubierto en Luciano de Samosata.
Al entrar en el discurso de La locura, la prosa adquiere un cierto tono jocoso, que no impide ver en ella un tenue sectarismo religioso, acrecentado como sátira cuando se detiene en personajes y costumbres de la época. “Es conocido por todos, el hombre poco modesto y nada pío en censurar vidas ajenas” que señalo el Padre Sigüenza.
El Elogio a la locura del humanista holandés es una sátira ingeniosa de todas las profesiones, si bien se detiene particularmente en la crítica de los frailes mendicantes. Y este tema, tan generalmente considerado problemático, fue una de las causas de la ruptura con la Iglesia. Las ediciones se sucedieron en poco tiempo y por esta obra se cimenta en buena parte la fama posterior de Erasmo.

Oscar Wilde: "El retrato de Dorian Gray"



Todavía Oscar Wilde no había alcanzado el resonante éxito de su primer estreno teatral, El abanico de Lady Windermere, cuando su única novela, “El retrato de Dorian Grey -1891”, fue publicada en forma de libro. Contenía añadidos y modificaciones sustanciales con respecto a los trece capítulos originarios que la revista Lp-pincott’s Monthly Magazine había dado a conocer mensualmente desde junio de 1890, o sea, con un año y dos meses de antelación.

Antecedentes de “El retrato de Dorian Grey”

Hubo en la vida de Wilde una anécdota o episodio similar a la que es motor del libro. Según Hesketh Pearson, que escribo el libro “La vida sobre Oscar Wilde” en 1946, el poeta solía visitar al pintor Basil Ward en su estudio y según sus propias palabras “Uno de cuyos modelos era un joven de excepcional belleza…” Cuando el retrato estuvo terminado y el muchacho se fue, a Wilde se le ocurrió decir que era una verdadera lástima que criatura tan gloriosa tuviera que envejecer. El artista le contesto “Sería maravilloso si pudiera conservase tal y como es mientras que el retrato envejeciera y se marchitara en su lugar”.

La trama del libro

La trama de la historia desarrolla precisamente este imposible. Fue un escándalo: cinco años más tarde, durante el proceso que se siguió a su autor, pasajes enteros de la obra se leerían delante del jurado, como si se tratara de un panfleto de incitación a la homosexualidad.
Desde el primer momento Wilde apeló en vano al efecto moralizante que se desprende del conjunto de su obra. Mientras la belleza y juventud de Dorian Gray permanece inmutables, su retrato, escondido celosamente, registra la decadencia, la crueldad, la huella de los años y los crímenes. Gray se vuelca a los placeres sin límites, al desenfreno moral, hasta que la solo existencia del cuadro se le hace insoportable y decide lo: “Mataría el pasado y cuando hubiera muerto, sería libre. Mataría a aquella monstruosidad viva, y sin sus horribles advertencias, recobraría el sosiego…” Pero al destruir el retrato, la imagen recobró su belleza mientras que el que fuera modelo se transformó en un cuerpo irreconocible, lleno de arrugas y de aspecto repugnante.

Pensamiento de Wilde a las criticas

En una ocasión y en contestación a muchas críticas que recibía, Wilde escribió a un periódico: “Si una obra es enriquecedora vital y completa, los que tienen instinto artístico verán en ella su belleza y los que se sientan atraídos más poderosamente por la ética que por la estética, sacaran su lección moral. Llenará de terror al cobarde y al deshonesto verá en ella su propia vergüenza. Será para cada hombre lo que él es en sí. Es el espectador y no la vida lo que el arte verdaderamente refleja.”
En la versión definitiva de la novela, Wilde insertó, a modo de prólogo, una serie de aforismos que constituyen un compendio de sus ideas estéticas: “El artista es el creador de cosas bellas…Un libro no es, en modo alguno, moral o inmoral. Los libros están bien o mal escritos. Eso es todo…Todo arte es completamente inútil.”
Wilde arrinconando la plausible, recurre a lo maravilloso que elude cualquier explicación racional. En una cita del libro dice “Una sensación de pena le sobrecogió al pensar en la profanación que sufría su belleza faz pintada en el lienzo.”
En fin, una obra maestra cuyas proyecciones en el campo de la mitología y de la psicología son tan profundas como seguramente era el alma de su creador. El sueño de la inmortalidad, el desafía fáustico del arte, tienen en “El retrato de Dorian Grey” a uno de los mejores ejemplos, a una aventura que llega, como ansia de pervivencia, a los tiempos actuales con la misma intocabilidad que los antiguos mitos y leyendas en los que impera la poesía.
En rigor, Wilde supo crear, a finales del siglo XIX, una versión desgarrada, infernal y escindida por la modernidad, del mito de Narciso.

Un viaje al archipiélago de las Galápagos



Aves marinas que volaron a las islas desde la tierra firme, mamíferos marinos que se dejaron llevar por las corrientes de aguas, y los reptiles transportados por casualidad entre vegetación a la deriva, colonizaron a lo largo de millares de años estas islas baldías y fueron adaptándose paulatinamente a las condiciones reinantes con el fin de sobrevivir.

Charles Darwin

Sobre las escabrosas rocas de la isla desértica, reptan bajo un sol asfixiante del ecuador iguanas primitivas, que en palabras de Darwin las llamo, “duendes de la oscuridad, sucias y negras de color y torpes en sus movimientos”, fue cuando pisó por primera vez la isla de San Cristóbal en 1835. El juicio destructivo que hizo sobre este archipiélago formado por diecinueve islas fue; “No puede haber nada menos incitante”. Sin embargo, con el tiempo Darwin empezó a experimentar un cambio de pensamiento, vio la gran variedad de especies inusuales que habitaban en las islas. De modo que del poco interés y atractivo en principio paso a ser un gran estimulo para la teoría de la evolución que el investigador haría dos décadas después. Su conocimiento sobre el mundo animal y como se adapta al ambiente, trastoco todas las teorías vigentes de la época.
El “Laboratorio de la evolución” del Pacífico, se extiende sobre una superficie de ocho mil Km2. Los primeros islotes surgieron hace entre tres y cinco millones de años, formados por lava basáltica liberada por erupciones subacuáticas.

Archipiélago entre bancos de niebla

Presumiblemente los incas ya conocían el archipiélago, aun cuando el descubrimiento oficial del mismo sea reivindicado por el obispo de Panamá, fray Tomás de Berlanga. En 1535 llegó al grupo de islas que bautizó con el nombre de Las Encantadas, por los densos bancos de niebla que apenas le permitían unos metros de visibilidad. Observó la existencia de pájaros bobos que apenas saben volar y de tortugas gigantescas sobre las que podía cabalgar un hombre; este último animal es el que le dio nombre al archipiélago.

Peligros procedentes del hombre

La progresiva colonización de las islas, en las que pueden detectarse seis zonas de vegetación, había alterado sensiblemente el equilibrio ecológico, por lo que en 1959 el Gobierno ecuatoriano comenzó a transformar el archipiélago entero en parque nacional. Los animales salvajes de Galápagos, que se habían vuelto confiados por la ausencia de enemigos naturales, sufrieron las consecuencias de la introducción de animales domésticos que después se asilvestraron: cabras, cerdos y perros. A mediados de los 80, Ecuador decidió ampliar la reserva para conservar también los tesoros naturales del mar. Un programa educativo de la Fundación Charles Darwin tiene por objetivo fortalecer la conciencia de protección de la naturaleza.
En la actualidad, en las islas de este archipiélago, en parte desérticas, en parte cubiertas de colinas con prolija vegetación y explotadas agrícolamente a partir de los 500 m de altitud, los científicos han contabilizado 60 especies de aves y 875 de plantas, de las cuales 228 son endémicas. Las únicas aves marinas incapaces de alzar el vuelo son el pingüino de las Galápagos y el cormorán no volador.

Tortugas gigantes amenazadas

Bajo la superficie de las aguas, puede observarse una sorprendente variedad de especies: junto a los bien alimentados tiburones, las ballenas, los delfines y las esquivas rayas. En algunas costas hay grandes colonias de osos y leones marinos, a cuyos retoños raramente les disgusta un tête à tête con los bañistas. En el caso de los agresivos machos que vigilan sus dominios, es adecuado guardar una prudente distancia.
Mucho menos halagüeño es el futuro de la tortuga gigante de las Galápagos, de la que existen catorce subespecies. En tanto que los animales que habitan en regiones secas presentan la parte anterior de su caparazón curvada hacía arriba, como una silla de montar, para poder alcanzar los cactus y las hojas cuando estiran el cuello, las tortugas que habitan en las islas de exuberante vegetación tienen el caparazón redondo y poco arqueado. El siglo pasado, los equipos de los bancos balleneros y de los cazadores de focas, prácticamente exterminaron las poblaciones, antaño enormes, de estos perezosos gigantes.

Como saber si una persona miente





Los detectores de mentiras, como los teléfonos con diferentes luces, no prueban científicamente que funcionen. La teoría es que las personas que se presentan para hacerse estas pruebas, están excitadas físicamente cuando mienten, y esa alteración provoca el cambio de luces.
Lo mejor es fijarse en unas pautas de comportamiento.
  1. No responder de una forma directa a una pregunta directa. En una conversación, a medida que vamos acercándonos al núcleo del tema, la vaguedad aumenta. Las respuestas siempre deben ser directas, sin ambigüedades.
  2. Las mentiras a veces son más complicadas que la verdad. Han dicho una mentira y la rodean de detalles superfluos. Saben que a las personas les gustan las historias y aunque lo hacen de manera vaga, no escatiman detalles. Se esfuerzan demasiado para que los demás les crean.
  3. Solo un mentiroso jura que está diciendo la verdad. Una persona que dice la verdad no tiene ningún motivo para creer que lo que cuenta es motivo de duda o que no le van a creer.
  4. Los mentirosos son capaces de mirarnos a los ojos. Es un error muy difundido, un mentiroso puede aprender a mirar directamente a los ojos para predisponer al contrario perfectamente. Pero atención, debe ser una persona que lo haya estudiado muy bien, porque estudios sobre este tema reflejan, como dice el refrán, que “La cara es el espejo del alma”. Existen una relación entre nuestras pupilas y nuestro cerebro, según las conclusiones del Psicólogo Eckhard Hess.
  5. Los mentirosos por lo general se benefician de sus mentiras. Si alguien puede salir beneficiado con nuestra confianza, debemos poner un punto de atención. ¿Qué sentido tendría que alguien mintiera si no obtiene algún beneficio?
  6. Si algo suena demasiado bueno para ser verdad, lo es. Las personas que utilizan la adulación, con frases muy sutiles para haceros creer lo que ellos quieren, ¡cuidado! Dejad entrad la luz y que todo sea muy claro. Estas situaciones se pueden dar por ejemplo en una entrevista de trabajo, donde a través de palabras clave como: "Mucho dinero, Ud. tiene iniciativa, es una persona muy capacitada, etc", van llevando a la víctima con sus halagos a lo que ellos quieren. Siempre hay que recordar, datos claros y menos palabras.
  7. La mayoría de mentirosos son reincidentes. Han engañado una vez y han salido victoriosos, se creen mejores que los demás, esto es un aliciente que deben volver a probar, y lo hacen.
 

Mentirosos compulsivos

Las causas de este tipo de mentiroso pueden ser muy diversas. Estas personas mienten por mentir, como un adicto, no sacan beneficio, no quieren engañar, mienten sin saber porque mienten. No se ven a sí mismas como mentirosas, creen que dicen alguna mentirijilla, que todos las decimos para convivir, nada importante.
No son conscientes de su enfermedad. Decía el poeta inglés Alexandre Pope. “El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la primera”.
Es un hábito en la vida de la persona, generalmente se relaciona con personalidades inflexibles y de conductas rígidas. Suele empezar en la niñez. Una forma de prevenir que surja esta patología en el ser adulto es no reñir al niño porque miente, muchos de los niños lo hacen porque están formando su imaginación, su visión del mundo y confunden fantasía y realidad. Hablarlo sí, pero no reñir.
En un estudio en la Universidad de California del Sur, hallaron que el cerebro de los mentirosos compulsivos posee una estructura cerebral diferente de los que dicen la verdad, en el lóbulo frontal tienen más sustancia blanca que materia gris.
Qué hacer con una persona mentirosa
Una persona que miente, entre otras cosas, lo hace para crear una imagen de sí misma que no es real. No se acepta, por eso relata viajes que no ha hecho, conoce a personas que no ha visto nunca, etc.
Quiere impresionar. En el fondo posee una baja autoestima y sus mentiras aumentan porque tampoco producen el efecto deseado.
Ser naturales es el mejor camino para ser aceptados por los demás. Debemos ser críticos con nosotros mismos en nuestros aciertos y errores, si lo hacemos no veremos una amenaza a los comentarios no favorables de nuestros amigos y familiares y tendrán más valor sus alabanzas. Ser una persona de principios y valorada por ello, es el camino más apropiado.

 


Qué de verdad hay en la Cruz



Si miramos y analizamos, cuadros, esculturas y pinturas en la pared de nuestros antepasados, la cruz está representada en muchas de sus obras. Si se lee la Biblia, también observamos que la cruz figura en muchos pasajes, sobre todo en lo referente a muerte y resurrección de Cristo; dijo Simón “Los soldados le obligaron a cargar la cruz de Jesús” San Marcos 15:21. El término cruz traducido del griego staurós, pero ¿tiene una traducción sólida que refleja exactamente el sentido de la palabra original?

¿Era realmente una cruz?

Según William E. Vine, el término staurósdenota primariamente, un palo o estaca derecha. Se clavaba en ellas a los malhechores para ejecutarlos”. De igual modo, el libro “La muerte del Mesías” de Raymond E. Brown, hace esta precisión: “El término cruz condiciona nuestro concepto de ella, porque proporciona una idea de dos líneas que se cortan. Pero ni la voz griega staurós ni la latina crux, tienen necesariamente ese significado, ambas se refieren a una estaca o poste al que una persona podía ser fijada de varios modos: empalándola, colgándola, clavándola o atándola”. Hay más autores que afirman que la traducción no es correcta y que en realidad el significado primario de staurós es “poste”.
Hay que destacar que en la Biblia utilizan otro sinónimo griego para referirse al instrumento donde fue ejecuta Jesús: xýlon. En una nota incorporada a la obra “Historia universal de la Iglesia Católica”, de René F. Rohrbacher, se explica que tanto el término como su equivalente hebreo “no significa propiamente lo que nosotros entendemos por una cruz, sino un simple madero” La biblia traducida por Reina Valera de 1960 en Hechos 5-30 dice: “El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero (xýlon)”.

Origen de la cruz

El símbolo de la cruz no es únicamente de los seguidores de las religiones cristianas, sino que muchas civilizaciones antiguas la tenían incorporada en sus ceremonias y que no tienen nada que ver con la cristiandad. Por ejemplo en los jeroglíficos egipcios, las divinidades apararen con una cruz en forma de -T- y en la parte superior en forma de asa, por lo que se le denomina, “cruz ansada” simboliza la vida.
La Gran enciclopedia Larousse incluye este comentario sobre la cruz: “Una de las formas más primitivas es la cruz gamada, con cuatro brazos en forma de la letra gamma mayúscula”. El signo era utilizado en la india por los hindúes y en toda Asia por los budistas, y aún aparece en regiones de la India en muchas decoraciones y adornos.
Nadie sabe con exactitud cuando se integró la cruz a las creencias cristianas, según el diccionario Vine señala: “A mediados del siglo 3 d.C., las iglesias se habían apartado de ciertas doctrinas de la fe cristiana o las habían pervertido. Con el fin de aumentar el prestigio del sistema eclesiástico apóstata, se recibió a los paganos en las iglesias aparte de la regeneración de la fe, y se les permitió mantener gran parte de sus signos y símbolos. De ahí que se adoptara (…) la cruz
Historiadores apuntan a un suceso que le sucedió a Constantino en el año 312 de nuestra era. Éste adoraba al sol, afirmó haber tenido una visión en una de sus campañas militares en la que contemplo una cruz encima del astro rey, junto a las palabras en latín In Hoc Vince que quiere decir “Con esto vence” Constantino se hizo cristiano, aunque no recibió el bautismo hasta veinticinco años después. La historia cuenta que sus motivos más que de fe, eran políticos, a fin de contentar a todos sus súbditos.
Desde entonces se han utilizado cruces de todos tipos: La cruz de San Andrés en forma de X, la cruz de San Antonio, en forma de T mayúscula derivada de un símbolo babilonio que llamaban “Tamuz

Que creían los primeros cristianos

Ningún historiador, ni investigador ha encontrado pruebas sólidas de que los primeros cristianos usaran la cruz.
En ningún versículo, pasaje, nota de la Biblia nos dice o invita a adorar a la cruz, al contrario, hace hincapié a que no debemos adorar a ninguna imagen puesto que dios se encuentra en todas las cosas.